Rafael Sancio fallecía en Roma el mismo día en el que cumplía 37 años: el Viernes Santo de 1520. Giorgio Vasari, célebre biógrafo de artistas italianos, cuenta que Rafael nació en Urbino el Viernes Santo del año 1483, a las 3 de la madrugada. Su énfasis sobre el día y la hora son claves porque sobre ellos el biógrafo comenzó a construir la vida del pintor renacentista como una milagrosa imitación de Cristo, con el fin de sostener la grandiosidad y divinidad terrenal del pintor. De hecho, su corta vida estuvo rodeada de un halo de misterio.
Entre los sucesos extraordinarios que le rodean, es conocido el que tiene como protagonista una de sus obras, actualmente en el Museo del Prado, Lo Spasimo di Sicilia (La subida al Calvario). Este cuadro fue lo único que se salvó de un naufragio ocurrido entre Génova y Palermo, en el que fallecieron todos los ocupantes del barco y se perdieron todos los enseres. También se cuenta, como hecho sorprendente, que el mismo día de su muerte, el 6 de abril de 1520, surgieron unas grietas en las Loggia vaticana que el artista estaba decorando, y que sus coetáneos tomaron por un signo milagroso, como si el Arte se resintiera de su prematura desaparición.
Según Vasari, a finales de marzo de 1520 Rafael contrajo unas fiebres originadas, según el biógrafo, por los excesos pasionales y amorosos del pintor: “Enamorado de los placeres y abusando de la práctica, en una de estas contrajo unas fiebres que los médicos creían que era una insolación por imprudencia suya, no confesando el exceso que se lo provocó. Le sangraron cuando más falta le hacía para recuperarse de la debilidad en que se zambulló. Por lo que hizo testamento como honrado y cristiano disponiendo medios para vivir a su amada la envió fuera”. Y así fue, el 4 de abril, Rafael despidió a su amante, hizo testamento solicitando ser enterrado en Santa María de la Rotonda y, dos días más tarde, el Viernes Santo de 1520, entre las nueve y las diez de la noche, expiró.
Es verdad que otro de sus cronistas Francesco Longhena, atribuye su muerte a una dolencia “más corriente”:”Rafael era de naturaleza muy delicada … Hallándose muy debilitado, un día, encontrándose él en la Farnesina, recibió orden de acudir a la corte inmediatamente. Echó a correr para no incurrir en retraso; y mientras hablaba allí, largamente, acerca de la construcción de San Pedro, se le secó el sudor encima. Súbitamente, se sintió enfermo. Marchó a su casa; y se vio acometido por una fiebre perniciosa …”.
Su naturaleza enfermiza y la gran cantidad de trabajo debió influir en la salud de Rafael. El deterioro físico es evidente si contemplamos su “Autorretrato” de 1506, a los 23 años, con el conocido “Autorretrato con el maestro de esgrima”, pintado en 1518, a los 35 años, en el que el artista aparece con barba y largo cabello con raya al medio, rasgos que se aproximan a la iconografía de Cristo, y con una expresión de fatiga y dulce melancolía.
A pesar de su pésima salud, Vasari califica a Rafael de enamoradizo y gran aficionado a las mujeres, entregándose sin media al amor y, a veces, más pendiente de sus amantes que de su profesión. Aunque murió soltero, estuvo prometido a una dama importante María Bibbiena, sobrina del influyente cardenal Bernardo de Bibbiena, a la que continuamente daba largas sobre matrimonio, porque de quien realmente estaba enamorado era de su amante, Margarita Luti, apodada la Fornarina por ser hija de un panadero del Trastevere.
Con Margarita compartía su pasión vehemente, pintándola en numerosas ocasiones. Sobresale la “Donna velata”, pintado en 1516, en el que Rafael sintetiza su ideal de belleza en el retrato de su amante: perfección, virtudes, gestos, costumbres, etc.
Pero la obra que llama poderosamente la atención, es la que pinta un año antes de su muerte. Es el único desnudo no mitológico que realiza, “La Fornarina”, donde el pintor descubre su amor y pasión por aquella mujer, rubricándolo de una manera poco habitual: escribiendo su propio nombre en el brazalete que luce Margarita en el brazo izquierdo.
La declaración de Rafael sobre su pasión no ignora ni las plantas del fondo de la obra, entre las que se distinguen un membrillo y un mirto. Éste, asociado a Venus, era la planta del amor y el deseo; el membrillo, símbolo del amor carnal y la fecundidad.
La gran historia de amor y pasión entre Margarita Luti y Rafael Sancio está repleta de leyendas y misterio. Desde considerarse como causa de la muerte del pintor los excesos pasionales con su amada, hasta la desaparición del anillo nupcial que lucía la Fornarina en el dedo anular de su mano izquierda, y que, incomprensiblemente, alguien borró.
- Donna Velata. Rafael Sancio.
- La Spasimo di Sicilia. Rafael Sancio.
- Autorretrato. Rafael Sancio.
- Autorretrato con el maestro de esgrima. Rafael Sancio.
- Rafael y la Fornarina. Ingres.
- Rafael pinta a la Fornarina. Felice Eschiavoni.
- Detalle de La Fornarina. Rafael Sancio.
- La Fornarina. Rafael Sancio.
Para haber tenido una vida tan corta, su obra es bastante extensa. Después de haber estudiado en Siena, Urbino, Florencia y Roma se fue a Florencia para estudiar las obras de Leonardo donde aprendió el sfumato que aplicó a su obra “La Madona del Gran Duque”. Además de sus trabajos pictóricos también realizó trabajos de arquitectura, como los planos de la Iglesia de Sant´Eligio degli Orefici y los del palacio Pandolfini.
ResponderEliminarLos libros de arte no suelen explayarse mucho en su vida personal, por eso es muy interesante todo lo que hoy nos cuentas. Fuera cual fuera la causa que le llevó a la muerte tan prematura, es una pena, pues si su vida hubiera sido más larga nos hubiera podido dejar otras muchas obras de arte.
Buena semana
Una historia muy interesante, es curioso nacer y morir en Viernes Santo, además de su paralelismo con la vida de Jesús y su aspecto físico.
ResponderEliminarTambién hubo otro Viernes santo de amor, quizás el día menos propicio para ello, fue cuando Petrarca conoció a la que sería su musa de por vida, Laura; la conoció en las escaleras de la catedral de Avignon y quedó prendado de ella para siempre, fue en 1327 si no me falla la memoria.
Saludos
Vuelvo luego, por alguna razón que ignoro no puedo visualizar el articulo completo no es tu blog algo pasa con el nvagador con el que estoy abriendo,
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Leodegundia: Tienes toda la razón. Entre su obra, ya me quedo con los retratos, son impresionantes. Yo también te deseo una buena Semana. Un abrazo.
ResponderEliminarJ.Carlos: Los datos y las imágenes de Rafael sobre las coincidencia con Cristo son verdaderamente muy curiosas. Puede que, durante su corta vida, él también hiciera "algo" para que su aspecto físico coincidiera con la imagen idealizada de Jesús durante el Renacimiento.
La observación que facilitas sobre Petrarca, desconocida y a tener en cuenta.
Saludos.
Muy curioso e interesante. Gracias por la información. Feliz Semana Santa!
ResponderEliminarAy me he quedado pillada con la historia de Rafael. Conocía su biografía pero no ésta que tú nos traes. Me ha resultado interesantísima y curiosísima. Me voy a dedicar a analizar sus obras por si encuentro "algo distinto" a como lo he visto antes.
ResponderEliminarUn abrazo
América: Es una enfermedad crónica. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSilvia: Gracias por el comentario Silvia. Un abrazo.
Sabor Añejo: Tienes un "fondo" enorme en el último cuadro. Para escribir un libro.
Un abrazo.
Todo lo que no conociamos de Rafael. Una vida personal,que parece tan interesante como la artística. No podía ser menos de alguien tan especial. Un saludo.
ResponderEliminarRafael, com buen artista amaba la belleza y el amor. No es de extrañar que amara de forma intensa y pasional. Bonita historia.
ResponderEliminarUn abrazo.FELICIDADES. IoI
Carlitos: Sí, parece que vivió tan intensamente como pintó. Saludos.
ResponderEliminarMaría: Gracias María por el comentario y, por supuesto, yo también creo que es una bonita historia. Otro abrazo para tí. lol.
Buenas tarde Fonsado.
ResponderEliminarFascinante entrada!...Un artista importante en su tiempo y esa aura de misterio que rodea su vida personal,un personaje sin duda ,basta con recordar La inscripción en su sarcófago de mármol(como correspondía a un artista de su talla y al estilo de vida que llevaba )Aquí yace aquel famoso Rafael del cual la naturaleza temió ser conquistada mientras él vivió, y cuando murió, creyó morir juntos.
Me he recreado en sus obras un regalo para comenzar la semana.
Un fuerte abrazo !
Muchísmas cosas se pueden contar sobre Rafael, pero tú has tocado una especial: su epitafio.
ResponderEliminarEl cardenal Bembo es su autor que completo dice así:
"D. O. M. A Rafael Sanzio de Urbino, pintor eminentísimo, émulo de los antiguos, en cuyas imágenes animadas, si las contemplas, fácilmente advertirás la alianza de la naturaleza y del arte. Acrecentó la gloria de Julio II y de León X, Pontífices Máximos, con sus obras de pintura y arquitectura. Vivió treinta y siete años, íntegro entre los íntegros, y dejó de existir el mismo día en que nació.
Éste es Rafael. Mientras vivió, la Naturaleza temió ser vencida por él, y cuando murió, temió morir con él".
Una abrazo América.
Una de las biografías más interesantes y misteriosas en el mundo de la pintura. Ya de por sí el nacer y morir en Viernes Santo es todo un hecho sorprendente.
ResponderEliminarMe ha encantado como lo has retratado. Su vida y en especial sus obras lo merecen.
Un abrazo
S. Añejo: Ha sido una pequeña muestra. La vida y obra de Rafael, corta pero fascinante.
ResponderEliminarGracias y un abrazo.