Uno de los cuadros que ha adquirido más fama en estos últimos años, es la obra titulada “Ofelia”, realizada en 1852 por el inglés John Everett Millais y expuesto actualmente en la Tate Gallery de Londres.
Millais refleja en la obra el instante en el que el cuerpo de la enigmática Ofelia, ex amante de Hamlet, perturbada al verse abandonada por el príncipe danés, se abandona entre las aguas y muere ahogada. En realidad, la muerte no sucede en escena, sino que es narrado en la obra Shakespeare por Gertrudis, madre de Hamlet, quien explica como Ofelia, mientras recogía flores cerca de un arroyo, cae involuntariamente al agua y, en su locura, se deja arrastrar por la corriente:
“…Llegada que fue, se quitó la guirnalda y queriendo subir a suspenderla de los pendientes ramos, se tronchó un vástago envidioso, y caen al torrente fatal ella y todos sus adornos rústicos. Las ropas huecas y extendidas la llevaron un rato sobre las aguas, semejante a una sirena, y en tanto iba cantando pedazos de tonadas antiguas, como ignorante de su desgracia, o como criada y nacida en aquel elemento. Pero no era posible que así durase por mucho tiempo. Las vestiduras, pesadas ya con el agua que absorbían, arrebataron a la infeliz y la muerte interrumpió su canto dulcísimo."
John E. Millais, inspirado en la infortunada y misteriosa Ofelia shakespeariana, realizó una espléndida obra simbólica en un entorno frondoso y colorista, que responde a un paisaje real del río Hogsmill, afluente del Támesis, en un remanso cerca de Ewell.
El hermoso rostro de Ofelia sobresale del agua mostrando sus labios entreabiertos y ojos inanimados, rodeado por su largo cabello rojizo. Las manos emergen en aptitud de ofrenda, mientras la parte inferior del cuerpo se encuentra ya sumergido, salvo algunos de los pliegues ligeros del vestido. Una gran variedad de flores se hallan a su alrededor. Son las flores que Ofelia había recogido, y tanto Shakespeare en la obra como Millais en la pintura, las utilizan simbólicamente: flotan amapolas, símbolo de la muerte; pensamientos, que personifican el amor no correspondido; en su cuello, violetas, que son imagen de una prematura muerte y símbolo de la desesperanza. También se distinguen margaritas, narcisos, lirios, nomeolvides, … Todas con el objeto de interpretar los sentimientos, defectos y virtudes de Ofelia y su amado el príncipe Hamlet.
Elisabeth Eleanor Siddal fue la modelo de esta espléndida obra. Descubierta cuando tenía 20 años por el pintor Walter Deverell mientras trabajaba como de modista de sombreros en Londres, Elisabeth fue modelo de Deverell y, a través de él, de los principales representantes de la “Hermandad Prerrafaelista”.
A mediados del siglo XIX, se creó en Londres dicha asociación formada por pintores, poetas y críticos, que encabezaban John Everett Millais, Dante Gabriel Rossetti y Willian Holman Hunt. Rechazaban el arte académico dominante en la Inglaterra del siglo XIX, ya que, para ellos, la pintura académica reinante no hacía sino perpetuar el manierismo de la pintura italiana posterior a Rafael y Miguel Ángel, con hechuras elegantes pero vacías y faltas de sinceridad. Por esa razón, propugnaban la vuelta al minucioso detallismo y a los colores luminosos de los primitivos italianos y flamencos anteriores a Rafael (de ahí el nombre de prerrafaelistas), a los que consideraban pintores más auténticos.
Elizabeth Siddal posó para los principales prerrafaelistas, pero en especial para Dante Gabriel Rossetti, también poeta, que la hizo su esposa y trató de evitar que ella modelara para los demás. William Michael Rossetti, hermano del anterior, escritor, crítico y también miembro fundador de la Hermandad, describió así a la modelo:
“Una de las criaturas más bellas, con un aire entre dignidad y dulzura con algo que excedía la modestia y la autoestima y poseía una desdeñosa reserva; alta, finamente formada con un cuello suave y regular, con algunas características poco comunes, ojos verde-azulados y poco brillantes, grandes y perfectos párpados, una tez brillante y un espléndido, grueso y abundante cabello oro-cobrizo."
Sin embargo, el cuadro más célebre que protagoniza Elizabeth es “Ofelia”, pintado, como hemos señalado, por otro prerrafaelista: John Everett Millais. No es solo la obra suya más conocida y famosa, sino que, posiblemente, durante su confección ocurriera el suceso que influyó poderosamente en la salud de la modelo y que, finalmente, la llevó a la muerte. De esta manera, se cruzó la tragedia de Ofelia, con la belleza de Elizabeth.
La pintura se realizó en interminables sesiones, en las que Elisabeth posó sumergida con un vestido antiguo en una bañera durante el invierno de 1852. Para entibiar el agua, el pintor colocaba gran cantidad de velas bajo la bañera, hasta que en una de aquellas sesiones, la concentración de Millais en su trabajo le impidió darse cuenta de que algunas de las velas se consumieron enfriando lentamente el agua, sin que la modelo se quejara por ello. Desde aquel día, Elizabeth Siddal estuvo durante varios días gravemente enferma, padeciendo posteriormente frecuentes problemas de salud.
A partir de aquél suceso, no volvió a pintar para Millais. Su débil salud, la tormentosa relación con Rossetti y el “trastorno del ánimo” (depresión), que padecía según relatan algunos biógrafos, la habrían inducido a ser consumidora habitual y en exceso de laúdano, un compuesto alcohólico de opio, que reducía los dolores y se utilizaba también como relajante, ansiolítico, además de resultar un tratamiento eficaz para los síntomas de la tuberculosis.
Su fallecimiento a los 32 años, calificado como “muerte accidental, suele atribuirse a una sobredosis de laúdano. Esta hipótesis del suicidio de la bella Elisabeth, no cabe duda que la une e identifica eterna y poéticamente con la tragedia de Ofelia, a la que sirvió de modelo en el instante de su muerte y que, posiblemente, enfermó mortalmente representando la escena.
A pesar de la turbulenta relación que unía a Elizabeth y Rossetti, éste no dejó pintarla tras su muerte. Es más, Rossetti enterró sus poemas de amor en el ataúd, bajo la cabeza de su amada. Después de siete años y a instancia de sus amigos, aceptó desenterrar a su esposa para rescatar y posteriormente publicar aquellos primeros poemas inspirados en ella.
La leyenda cuenta que el cadáver de Elizabeth Siddall, a pesar de los años, mantenía su belleza y que el largo, rojo y ondulado cabello, que tanto había fascinado a Rossetti y a los demás prerrafaelistas, seguía brillante y había crecido hasta inundar el ataúd.
- Ofelia. John Everett Millais, 1851-52.
- John Everett Millais, por Georges F. Watts.
- Ofelia (fragmento).
- VIDEO: You tube - marisayutub. Música: Lesiem - Justitia.
- Venus Verticordia (trasformadora de corazones). Dante Rossetti.
- Dante Rossetti: Autorretrato (1847); Williams H. Hunt (1853); George F. Watts (1875).
- El sueño de Dante por la muerte de su amada. Dante Rossetti.
- VIDEO: You Tube - kynnusk. Serie TV BBC.