jueves, 13 de febrero de 2014

Hécuba: la venganza ante la traición



Durante el presente mes de febrero, del 6 al 23, se representará en el Teatro Español de Madrid la que es considerada una de las grandes tragedias de Eurípides, la tragedia de todas las tragedias: Hécuba.

La obra llega a Madrid después de recibir los elogios de los críticos y el aplauso del público en las distintas ciudades que han tenido la suerte de entusiasmarse con la representación. Sobre todo en su estreno, en un marco inigualable y con una escenografía excepcional, dentro de la 59ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida 2013, donde pude disfrutar de su última representación el día 11 de agosto.

Dirigida por José Carlos Plaza, la compañía de la obra al completo y la actriz Concha Velasco, su extraordinaria protagonista, se despidieron esa noche del Teatro Romano de Mérida a lo grande: una gran ovación final por parte del público existente, el cariñoso agradecimiento de la protagonista y un balance de cifras que batió récords en las 59 ediciones de historia del conocido Festival de Teatro Clásico extremeño.

Hécuba es considerado uno de los textos más bellos, más actual y vivo, del más prolífico de los trágicos griegos: Eurípides. La obra fue representada por primera vez en la ciudad de Atenas en el año 424 aC, hace ahora 2437 años, manteniendo como contexto las trágicas consecuencias personales que originó la guerra de Troya.


Este mítico enfrentamiento de la antigüedad y sus secuelas, se pueden extrapolar a cualquiera de nuestros conflictos armados actuales, pero también a los problemas que origina la desastrosa gestión y el mal hacer del poder en todas sus vertientes, que ocasionan los grandes conflictos sociales de la actualidad. 

Por supuesto que nuestro país no escapa de esos grandes problemas, “gracias” a la crisis económica, tan negada a ultranza, que ha originado el intolerable paro, el incremento de la pobreza, los desahucios, los recortes sociales, etc., mientras sale a flote la gigantesca corrupción de políticos, instituciones, banqueros, sindicatos, empresarios, etc.

La trama de Hécuba se desarrolla en la costa Tracia, donde la flota griega, tras la destrucción de Troya, hace un alto en el regreso a sus distintos lugares de origen. Allí reina Poliméstor, antiguo aliado de Príamo, el que fuera rey de Troya. Junto con los griegos y como botín de guerra personal de Agamenón, jefe supremo de la alianza, viajan varias esclavas troyanas, entre ellas la propia esposa de Príamo, Hécuba, junto con dos de sus hijas: la sacerdotisa Casandra, ahora concubina de Agamenón, y la joven Políxena.



Durante el descanso en la costa Tracia, el ejército decide honrar a Aquiles, muerto ante los muros de Troya. Los griegos solicitan un sacrificio humano sobre la tumba del héroe, y la elegida para ello es la princesa troyana Políxena. Su madre, Hécuba, suplica clemencia a Agamenón, pero la intransigencia de Ulises impide cualquier tipo de misericordia. Sin embargo, Políxena está dispuesta a entregarse a la muerte antes de subsistir como esclava.


Hécuba llora el sacrificio de su hija, pero no acaba aquí su sufrimiento. Un mensajero le muestra el cadáver de su hijo más pequeño, el príncipe troyano Polidoro, que había sido acogido por Poliméstor, junto con gran cantidad de oro, con el fin de ponerlo a salvo de la guerra inminente con los griegos. Poliméstor, al enterarse de la destrucción de la ciudad troyana y con el fin de apoderarse del tesoro, asesina a Polidoro y lo arroja al mar.


Ese es precisamente el momento en que la vieja Hécuba, henchida de desgracias, se transforma. Implora justicia a Agamenón, que ahora es su dueño, para que la deje hacer y preparar su venganza. Hécuba hace venir a Poliméstor y a sus hijos, quien le asegura que Polidoro sigue vivo, ignorando que ella conoce que le ha asesinado. Con argucias le hace creer en la existencia oculta del tesoro de la familia real troyana, que los griegos no han podido encontrar. Hécuba y sus troyanas, ya dentro de la tienda que utilizan para agasajarle, asesinan a sus hijos y le dejan ciego con las fíbulas de sus vestidos. La venganza está cumplida. Con el tiempo, Poliméstor será abandonado por los griegos en una isla desierta.


La vieja y débil Hécuba que nació y vivió en palacios, esposa de rey y madre de hombres llamados a ser héroes y reyes, convertida ahora en esclava, arrastrada a tierra extranjera y resignada a vivir en cautiverio, se levanta más fuerte que nunca ante los acontecimientos que se producen y que destrozan su amor madre y la confianza en sus aliados y amigos, y devuelve con saña los golpes que recibe.

La obra de Eurípides trasmite una enseñanza que trasciende lo intemporal y que llega más clara que nunca a la sociedad actual: la venganza incontrolada que puede surgir cuando la gente de bien, la sociedad, padece la violación y el atropello de sus derechos, de los principios más elementales de respeto y convivencia, por parte de las instituciones o de las personas en las que ha puesto su confianza y entregado su protección.

Esta intolerable situación, puede conducir a que los engañados y traicionados realicen por su cuenta la más terrible de las “venganzas”. Que tomen buena nota nuestros dirigentes e instituciones … es posible que en un momento no muy lejano, llegue la hora de la ira y la furia de Hécuba.




- Concha Velasco como Hécuba (EL PAIS).
- Teatro Romano. Hécuba, 59ª Edición Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. 
- Aquiles vencedor de Héctor. Fresco en Corfú de Michael McCollum.
- Busto de Casandra. Max Klinger.
- Hécuba y Políxena. Merry-Joseph Blondel.
- Sacrificio de Políxena. Giovanni Battista Pittoni.
- El dolor de Hécuba. Bramer.
- Hécuba ciega a Poliméstor. Giuseppe Maria Crespi.
- Eurípides. Copia romana de obra griega, s. IV aC.
- Concha Velasco.
- Audio: Ancient Greek Music: Paean and Processional (MisterAncienMusic).