domingo, 7 de agosto de 2011

¿Dónde está la muralla?


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El pasado 29 de julio en la portada del Diario de León pudimos observar al anterior alcalde y actual portavoz del grupo municipal socialista del Ayuntamiento, junto a varios de sus compañeros de partido, paseando por el tramo de muralla rehabilitado y accesible, que fue inaugurado recientemente por su corporación. La perspectiva que presenta la fotografía resulta inhabitual y ciertamente espectacular: el edificio de Botines a la derecha y a la izquierda, la torre norte del Palacio de los Guzmanes.

Vista

No vamos a entrar aquí en el contenido del referido artículo, con un matiz eminentemente político que viene a formar parte de los permanentes y habituales “forcejeos” entre PP/PSOE, pero sí hablaremos sobre el lugar elegido por el antiguo alcalde para hacer las nuevas reflexiones y declaraciones políticas de su grupo, desde hace unas semanas en la oposición municipal.

En la entrevista el portavoz del PSOE alude, entre otros asuntos, a los esfuerzos y éxitos durante su mandato municipal en cuanto a la defensa y protección del patrimonio de la ciudad. Para ello, utiliza como escenario y como ejemplo de una buena gestión municipal, unos metros de la muralla romana en la que la antigua corporación haciendo “un enorme esfuerzo económico por el patrimonio histórico de la ciudad”, invirtió para su consolidación y rehabilitación, según los datos publicados en los medios de comunicación, 500.000,00 € (más de 83 millones de ptas.).

Vista aerea 

El tramo de muralla recuperado y ahora accesible, unos 70 metros, se encuentra situado en la calle Ruíz de Salazar: es una parte del lienzo muy cercano a la puerta oeste denominada Porta Principalis Dextra y el único, como se puede ver en la fotografía, que se encontraba sin edificios adosados. Formaba parte del cuarto recinto campamental que se construyó a finales del s. III o inicios del IV, anexándolo por el exterior al anterior perímetro defensivo que existía desde el último cuarto del s. I dC.

La totalidad de este cuarto recinto se asienta sobre una base de grandes sillares irregulares, que sustentan paramentos de mampostería realizados con cantos de diferentes tamaños (ver calle Ramón y Cajal y otros). Su parte interior, de 5 metros de espesor, estaba formada por el denominado opus caementicium, argamasa a base de arena, cal y guijarros.

Muralla S.I. 

Toda esta importante obra defensiva se apoyaba, como hemos comentado, sobre la anterior muralla del s. I que contaba con un paramento al exterior de opus cuadratum (bloques de piedra regulares y bien escuadrados, aún visible unos metros en la escalinata de San Isidoro), además de un interior de 2 metros realizado también en opus caementicium. El resultado: un formidable recinto defensivo con una altura de aproximadamente 10 metros, que disponía cada 15 de un enorme cubo o torre defensiva construida hacia el exterior, de planta semicircular y con 8 metros de diámetro. Más en: http://www.fonsado.com/los cuatro recintos y http://www.fonsado.com/la columna trajana.

Sin duda era necesaria una intervención urgente en este punto de la muralla. La demolición hace años de los edificios adosados y la consiguiente dejadez y negligencia por la ausenLugocia de medidas protectoras y el posterior abandono de la zona, dejó el tramo a merced de su suerte, dando lugar a un brutal deterioro y a frecuentes descarnados y derrumbes. Hoy, por fin, la zona está consolidada y rehabilitada para el “disfrute” de ciudadanos y visitantes.

Pero no todo resulta fantástico y admirable. Algún medio de comunicación sostiene y hace mención a que estamos ante el tercer recinto amurallado “paseable” de España, afirmación realizada, sin duda, por alguien que nunca ha transitado ni conoce los adarves de Lugo o Ávila. 

AvilaPero, ¿dónde está la muralla? Como muchos leoneses nos hemos acercado y visitado la nueva “obra”, pero no hemos podido descubrir la muralla romana. La zona interior que se asoma al Jardín del Cid y donde se encuentra la enorme escalera de acceso realizada en hierro, madera y cristal (falta aún una rampa para personas con minusvalía ¿?), es el resultado de un importante corte longitudinal interior, resultado de la mutilación producida en su momento por los edificios adosados que fueron demolidos para la ubicación del actual jardín. Esta parte ha sido retocada únicamente con canto rodado, que ya se había Foto0708 colocado hace años para adecentar su aspecto. Sin embargo, se ha dejado abandonada la parte alta del lienzo que continúa por el interior del jardín, hacia el norte, donde se acumulan desperdicios y crece la maleza sin ningún control, como puede verse en la fotografía de la izquierda.

La parte externa, incluido el cubo o torre, se ha reconstruido, elevado y recubierto casi en su integridad, con placas de piedra tallada de un material (posiblemente caliza marmórea) y de un color completamente ajeno a los materiales empleados en la muralla. En altura, el remate del parapeto se realiza con una doble hilada de ladrillo rojizo. Queda libre de esta intervención, una pequeña franja en forma de L invertida a la izquierda del cubo en donde se ha mantenido el canto rodado, y el enorme hueco que existe en el lienzo a ras de suelFoto0709o, muestra de la utilización del espacio de la muralla por los antiguos vecinos de las viviendas adosadas, que se mantiene y queda inaccesible mediante el cerramiento con una celosía metálica ¿?.

Una vez arriba, la totalidad del piso o suelo del adarve está cubierto con una  plataforma de listones de madera y la protección o baranda exterior que lo resguarda, ha sido recubierta también con la piedra mencionada además de emplear cristal en extrañas y curiosas aberturas. Las barandillas de protección al interior, hacia el jardín, se han realizado en hierro, cristal y madera.

Todo es nuevo, no se observan restos de la antigua muralla, salvo unos escasos metros de parapeto (s. XIX) en canto rodado (rematado también en ladrillo) y que posee unas aberturas fusileras. Asimismo, podemos observar un pequeño tramo y muestra del antiguo relleno realizado en opus caementicium, que sobresale del recinto ajardinado alargándose hacia la Diputación y que se encuentra sin ningún revestimiento.

Interior 
Vista la obra en su conjunto, llegamos a la conclusión que nos encontramos sobre un tramo de los restos de la antigua muralla que se ha recubierto prácticamente en su totalidad, con un conglomerado de materiales completamente ajenos a los primitivos, convirtiéndola simplemente en un altozano, en una atalaya, dotada, eso sí, de interesantes vistas y perspectivas del lugar: Botines y el Palacio de los Guzmanes a la izquierda, la torre de San Isidoro a la derecha; de frente la calle Ruíz de Salazar y la parte trasera del Museo de León, hacia atrás el Jardín del Cid.

La cuestión de la actual factura de la restauración tiene y tendrá opiniones encontradas. Invocar y defender los postulados de la Carta de Atenas de 1931, que establecía unos puntos básicos para la conservación de monumentos, como escalera en algún lugar hemos leído, parece casi anecdótico después del camino recorrido en estos 80 años en cuanto a la conservación y restauración, si bien es cierto que la antigua Carta en unos de sus puntos autoriza y "aconseja" el empleo y uso de técnicas y materiales "modernos" en los trabajos de restauración.

El gusto por el empleo de unos u otros materiales, como la opinión de Ricardo Chao sobre la “horrible” escalera de acceso (particularmente tampoco me gusta), que tuvo tanto eco en su blog http://corazonleon.blogspot.com/nuevo-crimen-del-feismo, puede tener defensores y detractores y resulta entendible. Cada uno puede “libremente” dar su opinión al respecto. Faltaría más.

En el resultado final, la escalera de acceso puede tratarse de una simple anécdota. Lo que resulta curioso e insólito es que se defiendan y aplaudan estos trabajos de restauración y la inclusión en ellos de “distintos materiales” con el fin de poder observar, identificar y diferenciar lo “antiguo y lo nuevo”.

Panorama seoane 1 
Y digo esto, porque a nadie se le ha ocurrido comentar y defender que en las múltiples restauraciones que ha sufrido la fábrica de la catedral o sus vidrieras, se emplearan otros materiales distintos como el mármol, acero, madera, azulejos, cristal, ladrillo, hierro, etc., con motivo de tener una visión exacta de lo restaurado, y así contrastarlo y diferenciarlo de la obra origen. En este caso, todo el mundo elogia los trabajos de restauración que logren y consigan continuar y ser fieles al proyecto inicial, utilizando los mismos o parecidos materiales que los empleados en los s. XIII-XIV-XV.

Panorama Seonae 2 

Un ejemplo de restauración que todos recordamos por el largo tiempo que duró, fue la que se realizó hace 10 años aproximadamente en la totalidad de la torre sur de la catedral. La torre finalizada en el s. XV y en la que intervinieron el maestro Jusquín y Hans de Colonia, hoy se eleva y armoniza magníficamente con la totalidad de la fábrica, gracias al restaurador-escultor Santiago Seoane, director de los trabajos y autor de las dos fotografías anteriores. 

Que decir del siempre controvertido y sempiterno proyecto de restauración de sus vidrieras, en las que se llega a echar de menos la composición “oculta” de los vidrios utilizada por los maestros medievales. No podemos imaginarnos siquiera que pueda realizarse e improvisarse la restauración con distinto criterio al que fueron concebidas.

Escenas de la vida de San Clemente. Simón el Mago. Anónimo del siglo XIII

Y no solo en la catedral. Parece que nadie recuerda las múltiples restauraciones de San Isidoro, como la que ahora se está realizando, la importante intervención en San Marcos o la elevación hace años de la torre sur del Palacio de los Guzmanes, obras en las que se ha mantenido la misma factura y parecido o igual material. De la misma manera, no dejan de celebrarse las restauraciones recientes de históricas edificaciones, de decenas de retablos que consiguen mantener la exactitud con la obra original, los centenares de tallas que tratan por todos los medios de conservar las mismas formas y espíritu de su autor o los miles de cuadros que se recuperan utilizando los mismos componentes y colores, sin que a nadie le preocupe donde se encuentra y que extensión posee la parte restaurada.

Ante todas estas importantes rehabilitaciones en la ciudad y provincia, ¿porqué esta “restauración” tiene que ser tan diferente e irreal? ¿Con qué argumentos se cuenta para su defensa? ¿Es de esta guisa el famoso Plan Director para la rehabilitación del resto del recinto amurallado? ¿Qué explicación merece la visión de esta nueva construcción propia de parque temático, con la muralla original?

FINAL MURALLA 2

Hay que reconocer que recuperar este emblemático espacio para la ciudad ha sido muy positivo y que los restos del recinto estaban en un estado lamentable, ¿pero resultaba tan difícil tratar de asemejar (no digo igualar), esta nueva obra a la existente? 


-Portada de Diario de León de 29-07-2011.
-Palacio de los Guzmanes y Botines, desde la atalaya.
-Situación de la zona restaurada.
-Cuarto recinto amurallado, s. III-IV. Calle Ramón y Cajal.
-Adarve o paseo de ronda. Murallas romanas de Lugo.
-Idem. Murallas medievales de Ávila.
-Zona del jardín del Cid sin adecentar.
-Parapeto con fusileras en canto rodado,  s. XIX.
-Zona interior.
-Escalera de la zona interior.
-Fotografías de Andrés Seoane Abuin. Antes y después en la restauración torre sur catedral.
-Simón el Mago. Vidriera catedral de León, s. XIII.
-Contraste: la muralla romana - zona "restaurada".


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