viernes, 23 de diciembre de 2022

FELIZ NAVIDAD 2022 !!!!


(Texto WIKIPEDIA)

«El pequeño tamborilero», conocido en Latinoamérica como «El niño del tambor», en Colombia como «El tamborilero», es una canción de Navidad popular épica, cuya letra relata la historia imaginaria de un niño que se gana la vida con un tambor y que, no teniendo nada con que obsequiar al neonato Mesías en la Nochebuena, decide darle una serenata con su instrumento como prueba de amor, hecho ante el cual el Recién Nacido le mira y le sonríe dándole a entender que ha comprendido la intención.


Como el célebre «Noche de paz», «El pequeño tamborilero» es actualmente uno de los villancicos (como canción navideña, no según la fórmula poética tradicional española) más populares e interpretados de Occidente, siendo sus letras más conocidas las escritas en inglés y en castellano.

Hasta el momento, la noticia probada de atribución de autoría más antigua que se tiene de «El pequeño tamborilero» data de 1941, cuando la pianista Katherine Kennicott Davis (1892-1980), natural de St. Joseph (Missouri), manuscribe la canción, titulándola Carol of the Drum («Villancico del tambor») se dice que transcrita de un supuesto original checo, del que adapta libremente la letra al inglés y la publica bajo el seudónimo de C.R.W. Robertson. A partir de 1955, la canción adquirió cierta popularidad después de que la célebre Familia Trapp grabase una versión, y se publicaran hojas volantes para divulgar su letra y música. Sin embargo, la música y letra final en inglés se atribuyen tanto a Katherine Davis como a Henry Onorati y Harry Simeone. En lengua española fue sobre todo popularizado por el cantante Raphael en la década de 1960.

El tema argumental de la canción tiene su antecedente en una ópera que Jules Massenet compuso en 1902, y que a su vez recoge la trama de un cuento de Anatole France en el que recrea una leyenda francesa del siglo XII titulada Le Jongleur de Notre Dame (El juglar de Nuestra Señora). Tal leyenda narra cómo un juglar entona su canto ante una estatua de la Virgen María y ésta le sonríe o le arroja una rosa, según las diferentes versiones de la historia. 

Musicalmente hablando, también parecen reforzar la teoría de la melodía checa (o, al menos, ajena a la pluma de la propia Katherine K. Davis), ya que, como algunos musicólogos han puesto de relieve, la melodía se basa en compases de los llamados de "amalgama", o mezclas de tempo, en este caso ternario y binario, que permitan "frasear" perfectamente el texto y la música, cuestión ésta que la pianista ignoró al transcribir su versión, sin duda porque la escritura de una canción en estas condiciones para adaptar la prosodia de la letra impuesta a la melodía, excedía las posibilidades de su técnica (es decir, que en la práctica cantada hay que forzar la prosodia para que encaje con la melodía, o viceversa, con respecto a lo que aparece escrito, lo cual no debería darse de haber sido ambas concebidas para formar una unidad; este hecho suele escapar al oído profano en la materia, pero no al del compositor o el poeta profesionales). Esto es observable en el manuscrito original de la autora.

                    For KING & COUNTRY - Little Drummer Boy (Rewrapped Music Video) 




jueves, 8 de diciembre de 2022

8 de diciembre, la Inmaculada

En la sucesión de monumentos que flanquean la conocida Plaza de España de Roma, hay que añadir la Columna de la Inmaculada Concepción instalada frente al Palacio de la Embajada de España.


Cuando el 8 de diciembre de 1854 el papa Pío IX proclamó el Dogma de la Inmaculada Concepción, se pensó que no había lugar más apropiado en Roma para levantar un monumento que la Plaza de España, ya que era la nación en la que esta devoción se encontraba ya profundamente arraigada.

El 8 de diciembre de 1857, Pio IX desde unos de los balcones de la embajada española, bendijo el monumento que se había erigido frente a ella, realizado por el arquitecto Poleti, con una imagen de la Inmaculada fundida en bronce y sobre una columna de mármol de Corinto de origen romano, conocido por su color co
mo “el cebollino”, que había sido hallada en 1778 en el Campo de Marte. 

Cada 8 de diciembre, el Palacio de España engalana sus balcones y ventanas para celebrar la ofrenda florar a la Inmaculada Concepción, a la que puntualmente acude todos los años el Papa.

La embajada de España se encuentra en el antiguo Palacio Monaldeschi adquirido en 1647 y rehabilitado posteriormente por el arquitecto Francisco Borromini, siendo conocido actualmente como Palacio de España. Borromini realiza un espléndido trabajo diseñando la ampliación del palacio y trazando el vestíbulo y la fantástica escalera principal que conocemos por la multitud de reportajes.

Comentar que el Embajador de España desempeña también el cargo de Gobernador de las "Obras Pías de los Establecimientos Españoles en Italia", una institución vinculada a la Iglesia que administra en Roma y Palermo (Sicilia) los bienes fruto de donaciones de españoles para construir albergues, asilos, hospitales y sepulturas para los peregrinos.

                


- Monumento a la Inmaculada Concepción frente el Palacio de España.
- Pio IX.
Festa per la nascita dell’Infante Don Carlo”, realizada en 1662 por autor anónimo.
- Papa Francisco el 8 de diciembre.


viernes, 15 de abril de 2022

Gustavo Adolfo Bécquer en León


Ha mediados del siglo XIX, en una fecha sin determinar, Gustavo Adolfo Bécquer presenció en la mañana de un Viernes Santo en León la ceremonia de “El Encuentro”. Dentro de la humildad de aquellos cortejos procesionales del siglo XIX, el poeta sevillano debió sorprenderse por el fervor, la belleza y la tradición del acontecimiento, seguramente por considerarlo tan distinto a lo que él estaba acostumbrado a contemplar  en la Semana Santa de su Sevilla natal.

La extraordinaria sensibilidad de Bécquer, le llevo a relatar y dejar escrito lo que observó y descubrió en aquella visita a León, en un año que no se ha podido determinar y en la que palpó el ambiente festivo-religioso de una pequeña capital de provincia, que por aquél entonces y en plena decadencia urbanística y económica, no llegaría a 12.000 habitantes.

Sobre lo que presenció aquel Viernes Santo de mediados del siglo XIX en la ciudad de León, Gustavo Adolfo Bécquer dejó escrito lo siguiente:


“Sobre lo que se ha escrito acerca de las fiestas religiosas de estas y otras poblaciones frecuentemente visitadas por artistas y literatos, nos induce a buscar la novedad ocupándonos de otras procesiones que, como la del Viernes Santo, en León, son menos conocidas, a pesar de que por sus detalles y las originales escenas a que dan lugar merece que se haga de ellos, aunque no sea más que un ligero estudio”.

“Esta procesión, llamada vulgarmente “El Encuentro”, sale a las diez de la mañana del Viernes Santo y recorre casi todas las calles de la ciudad, acompañada de cofrades con hachas encendidas, cruces, estandartes y pendones. En esta forma sigue hasta llegar a la Plaza Mayor, donde la espera una multitud de gentes, entre las que se ven pintorescos grupos de montañeses y aldeanos, que en días semejantes acuden a la capital engalanados con sus vistosos y característicos trajes”.

“En uno de los balcones del piso principal de la casa del Consistorio, y bajo dosel, se coloca un sacerdote, el cual, forzando la voz de modo que pueda hacerse oír de los fieles que ocupan el extenso ámbito de la plaza, comienza a trazar a grandes rasgos y en estilo tan dramático como original todas las escenas de la Pasión y la Muerte del Redentor del mundo”.


“Durante el sermón, el paso de Jesús Nazareno con la cruz a cuestas está al extremo de la plaz
a, a la derecha del predicador, y en un momento determinado los de San Juan y la Virgen de las Angustias comienzan a bajar por una de las calles próximas y en dirección contraria”.

“Cuando unos y otros se encuentran comienza lo más importante de la ceremonia. El predicador interroga a los sagrados personajes o habla con ellos; otras veces se dirige a la multitud, explica la escena que se representa ante sus ojos, y con sentidos apóstrofes y vehementes exclamaciones trata de conmoverla, despertando por medios de sus palabras, que ayudan a la comprensión y al efecto de las ceremonias, un recuerdo vivo del encuentro de Jesús con su Santa Madre en la calle de la Amargura”.



Bécquer narra espléndidamente lo que todos los Viernes Santos se produce a primeras horas de la mañana en la Plana Mayor leonesa. 

La procesión denominada de “Los Pasos”, organizada por la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, fundada en 1611, hace un alto para realizar el antiguo y conmovedor “Encuentro” de San Juan con la Madre Dolorosa, a la que realiza una reverencia, en presencia de Jesús Nazareno, en un acto emotivo contemplado todos los años por miles de personas y recientemente considerado de Interés Turístico Internacional.





sábado, 9 de abril de 2022

La Morenica en la calle


Era la Madre del pueblo llano, artesano, humilde; amparo de los enfermos y refugio de pobres y desheredados; en resumen, era el consuelo de la población que residía a extramuros del León milenario, quedando al margen de mitras y purpurados. 
Su desaparición por causas desconocidas, hace que se sustituya entre los siglos XV-XVI por una talla anónima al gusto de la época: una Piedad.

En las tallas conocidas como Pietá (Piedad), la Virgen tiene sobre sus rodillas el cuerpo de Cristo tras su descendimiento de la cruz. La imagen leonesa en madera policromada y de autor anónimo pero de inspiración hispano-flamenca, se representa a María como una mujer muy joven cuyo gesto contraído, triste, desconsolado, que está a punto de comenzar a llorar.

En su regazo el cadáver rígido del Hijo con la cabeza caída hacia atrás y el brazo derecho completamente perpendicular al suelo y que con una acentuada curvatura a partir del tórax que acrecienta el aspecto trágico de la estampa. La pierna izquierda reposa sobre la pierna de María rompiendo así la rigidez del cadáver.

En algunos documentos a partir del XV se la nombra como “Santa María la Nueva” o “del Camino del Mercado” o “Nuestra Señora la Antigua del Camino”. Ahora, para los leoneses es “la Dolorosa”, o como cariñosamente la denominó el que fue compañero y amigo Máximo Cayón Waldaliso: "La Morenica del Mercado”.


No hay duda que La Morenica del Mercado es la imagen que más devoción despierta entre los leoneses. Todo un ritual acompaña su salida a las calles de la ciudad el Viernes de Dolores. El día anterior se la retira del camarín del retablo de la Iglesia del Mercado donde permanece durante todo el año. Para esta especial salida se le cambia el manto isabelino de mediados del siglo XIX por uno de terciopelo de color carmesí que, según cuentan, está confeccionado en la India y que fue donado por una devota de la imagen, siendo las hermanas concepcionistas las encomendadas de conservar este manto durante todo el año en un estado óptimo.

Tras la colocación cuidadosa de este manto de cinco metros de vuelo, se le pone la toca, la corona y las joyas, entre las que destacan unos vistosos pendientes de diamantes regalo de Isabel II y su esposo Francisco de Asís.

La salida de La Morenica el Viernes de Dolores marca el inicio de la Semana Santa de León, que arrastra miles de fieles que la acompañan con velas encendidas y que lentamente se mece al son de las bandas de las tradicionales cofradías leonesas, mientras repican incansables las campanas del Mercado y del cercano Monasterio de las Monjas Benedictinas de Santa María de Carvajal, al pie del tradicional Camino de Santiago.

Nuevamente ayer y despues de estos dos años interminables de pandemia, La Morenica volvió a las callles de León.