martes, 2 de febrero de 2016

Cuando las asociaciones de defensa del patrimonio leonés eran otra cosa…

Hoy 2 de febrero, Fiesta de las Candelas, merece la pena recordar lo que hace unos años fue una jornada de reivinidicación ciudadana potente, seria y con futuro, para la protección y defensa de nuestro patrimonio. San Miguel de Escalada fue el protagonista y tal día como hoy del 2007, en una noche muy fría, se pusieron los medios para iluminar San Miguel y “encender” nuestras reivindicaciones.

Hoy solo queda el recuerdo de aquellas intenciones. La pasión y la fuerza reivindicativa se diluyó como un azucarillo gracias a un grupo de actores que no han pasado, como temíamos, del gris marengo, pero sin la elegancia que transmite ese color.

Son los herederos de aquellas pretensiones, pero solo son expertos en rencor y celos, técnicos en indolencia y pasividad, maestros de la ineptitud y representantes de la nada. Así les va.

Las Candelas y San Miguel de Escalada: una bella historia, un triste escenario (02-02-2008) .


    … Un día tan intenso no podía finalizar sin un colofón digno de San Miguel. Tras los testimoniales focos, llegó la potencia de modernos generadores que lanzaron sobre el templo 40.000 vatios de luz. La oscuridad del entorno y la luz sobre el Monasterio formaron un espectáculo mágico. En aquella fría noche de diciembre, la sutileza de San Miguel desafió el paso del tiempo y surgió poderoso, seductor, entre los ribazos que se asoman a los llanos del Esla, turbando a todos los que allí DSCF5617estábamos.

En los días siguientes fue incesante el apoyo entusiasta de diversos colectivos, municipios, vecinos, y todo tipo de personas comprometidas y sensibles con nuestro patrimonio. Había que volver a iluminarlo. Y que mejor ocasión que el día de la Fiesta de las Luces, las Candelas, el 2 de febrero, hace ahora un año, día en el que según la tradición popular, hoy casi perdida, finalizaba la Navidad, se bendecían las velas, las candelas, que se utilizarían en el hogar durante el año, se cantaban los últimos villancicos ante el Belén, que ese mismo día se retiraba, y se comían los restos de los turrones y dulces.

En las Candelas del año 2.007, la fiesta de luz y sonido atrajo a decenas de personas implicadas con el Monasterio, que participaron activamente en la fiesta y que, como manda la tradición, dieron buena cuenta de los últimos dulces de la Navidad y del orujo que por allí deambulaba. No faltó la luna llena, los discursos reivindicativos, la música medieval, los medios de comunicación, los trajes típicos, y, sobre todo, la procesión de todos los asistentes que, con una veDSCF5612la encendida, desfilaron en procesión por la explanada. El rito de los cirios (Lc. 2,32), en el que el anciano Simeón habla de Cristo como “luz para iluminar a las naciones ...”, se escenificó junto al Monasterio y todos los allí presentes pedimos al cielo que la luz, en todos los sentidos, llegue definitivamente a San Miguel e ilumine, de paso, a sus grises responsables.

Ante un giro inesperado en los acontecimientos, que ocasiona la llegada de personas indolentes e inoperantes a algún colectivo, otrora preocupado por la reivindicación del patrimonio leonés, en la fiesta de las Candelas del 2.008, este 2 de febrero, no se podrán repetir los mismos o parecidos actos que el pasado año con el fin de denunciar y exigir la protección y rehabilitación definitiva de San Miguel de Escalada, pero sirva este texto para recordar aquellos significativos y fascinantes días, que siempre estarán en nuestra memoria, y pedir ayuda haciendo nuestra la máxima del Obispo Sampiro: “Que la sabiduría encienda tu luz, ¡oh, San Miguel!, y desaparezcan las tinieblas.

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